Alejandro RUIZ DE ALBA
Desde el año pasado, España, y prácticamente todo el planeta, se encuentra sumergida en una crisis económica provocada por la pandemia del Coronavirus. Esta crisis ha afectado laboralmente a numerosos sectores, la mayoría de los cuales ya están volviendo a la normalidad. Aún así, han sido preciso cambios y adaptaciones para ‘sobrevivir’.
Actualmente, gran parte de la población está vacunada. Pero la pandemia sigue activa y el año 2021 tampoco ha sido bueno para los negocios. A pesar de todo, los empresarios siguen adelante con sus proyectos. Precisamente, contamos con los testimonios de tres empresarios, que han superado dificultades económicas y laborales. Son Joaquín Jaén, jefe de una empresa de catering; Jesús López, dueño de un taller de mecánica y de una gasolinera; y Nacho Montiel, propietario de atracciones de feria.
Del catering a los camiones
El sector del catering ha sido durante décadas muy demandado y rentable. Debido al Covid-19 se cancelaron todos los eventos previstos, lo que paralizó todos estos negocios, obligando a sus trabajadores a buscar otros empleos alternativos. Joaquín Jaén, dueño de una empresa de catering en Valencina de la Concepción (Sevilla), asegura que tuvo que minimizar al máximo todos los gastos porque no se sabía cuánto tiempo íbamos a estar confinados. Lo que hice fue reinventarme, tanto dentro de este sector como fuera de él, y “ahora tengo otra empresa de transportes con ocho camiones que reparten mercancías por toda España”, explica el empresario.
Las cosas le van bien. De hecho, desde hace tiempo todos sus empleados trabajan el cien por cien de la jornada laboral. Incluso “hemos tenido que hacer nuevas contrataciones por la demanda de trabajo que tenemos”, afirma positivo Joaquín.
Gasolineras abiertas durante el confinamiento
Los talleres mecánicos y las gasolineras forman parte de los llamados servicios esenciales. Durante el confinamiento, las gasolineras pasaron de vender unos 5.000 litros diarios a vender solo 20 litros, según cuenta Jesús López, dueño de un taller de mecánica y de una gasolinera en el municipio sevillano de Salteras. Los ingresos bajaron drásticamente, pero al tratarse de un sector esencial, no podían acogerse a ningún ERTE y no tenían derecho a ningún tipo de ayuda; por lo que estaban obligados a permanecer abiertos a diario.
Jesús tuvo que cerrar el taller mecánico. Para subsistir, se reinventó y amplió la tienda de la gasolinera, centrándose en la oferta de alimentación y bebidas, y ha notado un aumento de las ganancias. Respecto a sus empleados, el empresario explica que “antes contrataba como indefinidos a todos mis empleados; ahora estoy haciendo más contratos temporales, al menos hasta que la situación se estabilice”.
“Nadie quiere invertir en las ferias”
Los feriantes han sido uno de los sectores que se han visto más afectados por esta crisis, ya que durante los dos últimos años se han cancelado casi todas la fiestas populares. Nacho Montiel, feriante y propietario de atracciones desde hace más de veinte años, señala que buena parte de las personas que trabajaban en este sector “han tirado para los camiones”. Y añade que otros se han colocado como técnicos de mantenimiento en fábricas o almacenes.
Montiel asegura que lo tiene claro: quiere salir del sector de las ferias, aunque aún no sabe ni cuándo ni cómo. Pues indica que es un campo en el que ahora mismo pocos quieren invertir.